Los trastornos de la alimentación son patologías de origen psicológico, originadas normalmente en la adolescencia o en la pubertad, y muy relacionadas con los conflictos que durante esa época el adolescente está viviendo.

Si bien es cierto que en la actualidad nos encontramos cada vez con más casos que se desarrollan en edades más tempranas y tardías.

Los tratamientos son muy distintos en función de las características de los pacientes y del proceso de enfermedad, sin embargo, para todos los casos la psicoterapia es la vía que permite ir desenredando los nudos que han atrapado al paciente -que lo condenan a repetir comportamientos con una alta carga de sufrimiento para sí mismo-, y en las más de las veces, para sus familias.

El trabajo terapéutico con los TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) ha de estar siempre coordinado con la experiencia de otros profesionales (endocrinos, nutricionistas, pediatras y psiquiatras) que puedan ir cuidando de todo lo relativo al cuerpo y los avatares vividos a lo largo de este trastorno. El tratamiento de un TCA suele ser un trabajo en equipo.

Las familias también necesitarán su espacio, y si se considera oportuno, se les dará en este tratamiento (o se les remitirá a otros profesionales o instituciones), favoreciendo un lugar donde ir pensando formas distintas de vincularse a sus hijos, de manera que esto les permita comprender mejor las verdaderas motivaciones del trastorno, y las específicas en su hijo. De esta manera, la colaboración en el tratamiento del hijo, resultará más facilitadora.